lunes, 3 de septiembre de 2007

EL PODER DEL PENSAMIENTO

EL PODER DEL PENSAMIENTO

El pensamiento puede considerarse concreto porque cuando pensamos utilizamos nuestro cuerpo mental tal como ya se comentó. Cualquier actividad mental hace que este cuerpo vibre intensamente y entonces irradia de su materia vibratoria las más tenues partículas que vibran a frecuencia muy alta.
Estas partículas vibratorias producen dos efectos en el Éter. Primero, forman rápidamente burbujas que se esparcen por el éter pensamientos del que piensa. Estas burbujas de pensamiento influyen y afectan a todos aquellos que alcanza y que albergan pensamientos y emociones de tipo similar, y tienden a estimular su actividad por su impacto; por ejemplo un pensamiento de odio latente en esa persona cruzándose con alguien en el camino hacia su víctima, puede incitar el odio latente en esa persona quien así impulsada puede entonces abandonarse a su insignificante himno de odio contra otro. Estas vibraciones de pensamiento destructivo lanzadas al éter, se juntan con todas las demás vibraciones de pensamientos afines, y se convierten en una acumulación de poder e infectan de nuevo las mentes de los humanos con sus sugerencias de odio y producen como resultado un gigantesco efecto de odio mundial, el cual, durante los últimos años transcurridos encontró su salida en una guerra mundial, demostrando el pensamiento en acción.
Si somos honrados con nosotros mismos, cada uno de nosotros puede valorar su contribución individual a la creación de otra devastadora guerra.

EL SEGUNDO EFECTO

Cualquier emoción o proyección del pensamiento fuerte, origina una diminuta forma de pensamiento o bomba de materia sutil en el Éter, cargada con el tipo y calidad del pensamiento y emoción del que piensa; y esta bomba de materia sutil choca con el cuerpo mental o Astral de otro, de un modo tan preciso como la bala de un rifle choca con el cuerpo físico y tal como ha sido explicado, origina una extorsión en el ritmo de aquellos cuerpos, lo cual es instantáneamente comunicado al cuerpo físico y causa un trastorno en las vibraciones de este cuerpo. Estas bombas de pensamiento pueden perdurar durante varias horas, e incluso días; siendo su único objetivo explotar su contenido en el recipiente. Si los pensamientos de una persona son puramente personales, desconectados de nadie más, el pensamiento bomba persistirá cerca del que piensa y estallará su contenido sobre él. Esto ocurre así con muchos de los pensamientos que nos tientan; también ocurre ante la dificultad que experimentamos en desechar una emoción o una disposición de ánimo adversa, por ejemplo, un acceso de depresión.
Hablamos de tener una mente abierta, mecánicamente abierta, etc.
Los expertos nos recomiendan que tratemos de progresar más allá de este ciego nivel infantil de desarrollo, metafóricamente hablando y nos convertimos en seres metalizados con lo invisible, es decir, instruidos con relación al lado oculto de nosotros mismos, de suerte que podamos ser capaces de visualizar mentalmente lo que estamos haciendo con nuestras emisiones emocionales y mentales y podamos darnos cuenta de que no somos una marioneta sino seres humanos dotados de libre albedrío, por ejemplo del poder de elección y que importa enormemente lo que cada uno piense, diga o haga en su vida diaria.
Debemos recordar que somos factores dinámicos en le Divino esquema de las cosas y que de esta merced de libre albedrío se deriva la ley de causa y efecto. Esta es nuestra responsabilidad individual y nuestra máxima contribución personal a efectos mundiales. Jesucristo dijo: “lo que el hombre siembra recoge; si siembra cizaña, recogerá cizaña”.
En otras palabras podemos escoger lo que recogeremos de nuestra siembra. Si sembramos cizaña no podemos cosechar rosas.
Es consolador saber que un buen pensamiento constructivo es infinitamente más poderoso que un pensamiento malo destructivo; y que una bomba cargada de buenos pensamientos y puede anular sus efectos.
También es inspirador saber que podemos servirnos de nuestros pensamientos proyectados con el propósito de ayudar, confortar y animar y que un pensamiento de esta clase tiene un poderoso efecto.
Además podemos inmunizarnos ante las malas emanaciones de los demás que nos asaltan controlando la clase de pensamiento y emoción que nos permitan resguardarnos en nuestro interior. En relación a estas cuestiones sería mas acertado decir que cuando la ignorancia es una insensatez, ¡es una dicha se sabio!
MR: Attlee hablando de la bomba atómica dijo: “Si permitimos que las fuerzas de la destrucción que andan ahora sueltas por el mundo no sean puestas bajo control, es inútil para el hombre planear su futuro”. Sus palabras deberían interesar a todos los individuos en relación con el control de sus fuerzas ocultas; pues si las fuerzas invisibles de destrucción o de emociones y pensamientos adversos ahora desatados en el mundo por los individuos del mundo no son controlados, es igualmente inútil para el hombre hacer planes para el futuro; pues son ellos los principales responsables del caos mundial y del desencadenamiento de la guerra.
La electricidad viaja a una velocidad de 186.000 millas por segundo, o lo que es lo mismo 300.000 km por segundo, y el pensamiento viaja instantáneamente. Partiendo de esta aseveración podemos estimar la influencia que irradiamos en una fracción de segundo para bien o para mal, de lo cual cada uno es enteramente responsable.

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